
GRACIAS POR EXISTIR!
Nadie negará jamás que Julio Cortázar fue un gigante. Mucho menos quienes lo conocieron y fueron testigos del metro noventa y siete que medía. Sus cuentos son ritmo y magia, su Rayuela es un juego de niños para gente grande, y sus ensayos sobre literatura, arte, política, o cualquier cosa, demuestran que estaba comprometido con salvar al hombre de cualquier cercanía con la idiotez.
Murió el 12 de febrero de 1984 a causa de la leucemia. Sobre su tumba, en Paris, la gente deja dibujos de rayuelas en pedazos de papel acuñados con piedrecitas.
(robado de por ahí)
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